Tener un spa exterior en casa es posible

Los sueños a veces se pueden hacer realidad, y sin necesidad de grandes esfuerzos ni costosas obras. Un spa exterior es ese rincón ideal para desconectar, para relajarse y para olvidarse de todo cuando el calor se vuelve insoportable o cuando se necesita un respiro. ¿Crees que en tu casa no hay forma posible de instalar uno? Presta atención a estos consejos e ideas.

Cuestión de espacio

Una de las mayores ventajas de un spa exterior es que no necesita tanto espacio como una piscina. Hay algunos que se pueden revestir y adaptar a un porche, un patio o un ático sin grandes problemas. Disfrutarás al mismo nivel.

Y si te da miedo que se pueda estropear por estar a la intemperie, no te preocupes, los spas adaptables al exterior están fabricados con materiales que resisten perfectamente y su mantenimiento no tiene ninguna complicación.

Elegir un modelo adecuado

Si el espacio disponible no es problema, no lo dudes, elige un spa con tantos acabados como necesites para que se convierta en el protagonista de la zona. Por sí solo aportará un estilo propio, pero siempre la podrás revestir para que combine bien con el del patio o terraza donde la vayas a instalar. Simplemente, conviene tener en cuenta que debe tener un perímetro libre alrededor de al menos medio metro para poder moverse con cierta libertad a su alrededor.

Si no sobran metros cuadrados, la alternativa son las bañeras apoyadas en una pared. En este caso, además, las hay de medidas y formas muy diferentes. Siempre encontrarás alguna que encaje perfectamente en ese rincón que quieres convertir en tu oasis particular.

Y un último recurso, serían las columnas de hidromasaje. También las hay adaptables al exterior y son perfectas para rincones muy, muy pequeños o como complemento a la bañera.

Las instalaciones

Junto al espacio disponible, es lo único que de algún modo puede limitar la instalación de un spa exterior. Si el lugar donde lo quieres colocar no tiene suministro eléctrico e instalación de fontanería, tendrás que llevarlos hasta él. En cualquier caso, consulta con un profesional, a veces las soluciones son mucho más simples de lo que pensamos.

El toque personal

Para crear un spa exterior perfecto se necesita algo más que el propio sanitario. Es imprescindible diseñar a su alrededor un ambiente que invite a la relajación y al placer. ¿Cómo conseguirlo? En primer lugar, hay que “vestir” ese rincón, cubrir suelos y paredes. La madera es un material que nunca falla por la calidez que aporta, pero sin olvidar la piedra o los materiales cerámicos. 

En lo que se refiere a la decoración, las plantas siempre son un buen recurso, tanto en macetas como en forma de pequeño jardín vertical en una de las paredes. Puedes incluso dar forma a un rincón tropical de lo más atractivo si usas plantas colgantes o trepadoras.

También la naturaleza debe ser protagonista del mobiliario y los accesorios. ¿Cómo? Optando por materiales como la madera, el bambú, el mimbre o el ratán. 

Y, por supuesto, no hay que olvidar la iluminación. Una iluminación tenue e indirecta que aporte intimidad. En ese sentido, las tiras LED son la mejor elección porque cumplen a la perfección una doble función de iluminar y decorar. 

Que nada te impida disfrutar de tu spa exterior todo el año

Ahora que ya has visto cumplido tu sueño de tener un spa exterior, ¿por qué no disfrutarlo en verano y en invierno? Si lo instalas en un porche o terraza techados, unas cortinas de cristal permitirán cerrar y abrir el espacio. Lo disfrutarás tanto, que estarás deseando llegar a casa para relajarte.

Fuente: Habitissimo