7 de octubre de 2020

Cómo elegir los grifos de tu baño

Hemos renovado el baño, o simplemente queremos darle un nuevo aire, y llega el momento de elegir los grifos. ¿En que pensamos primero? En el estilo y el diseño. Es lógico, la grifería es un elemento imprescindible en la decoración de cualquier baño. Y los podemos encontrar en miles de modelos, para todos los ambientes y todos los gustos. 

Y sí, el diseño es importante, debe adecuarse siempre a la línea de los sanitarios y del baño en general. ¿Pero es lo único en lo que hay que fijarse? Evidentemente, no. Aquí te explicamos otras claves importantes para acertar siempre en la elección.

 

Grifos de lavabo

La elección del grifo debe depender, y mucho, del tipo de lavabo. Si va integrado en la encimera, deberá ser de caño bajo. ¿Y si es un lavabo superpuesto? En ese caso, depende. Si el grifo va apoyado en la encimera deberá de ser de caño alto, y bajo si va sobre el mismo lavabo.

Y en cualquier caso, conviene prestar atención también a la profundidad del lavabo para elegir el grifo de la altura adecuada. Si no es muy grande, es mejor que el grifo sea algo más alto para poder mover las manos con comodidad bajo él. 

 

Grifos de ducha o bañera

En este aspecto, el mejor consejo es que prime la funcionalidad. Lo más cómodo siempre van a ser los grifos termostáticos por varios motivos. El primero es, sin duda, la comodidad, ya que no hay que perder tiempo regulando la temperatura, saldrá siempre a la misma. 

La segunda ventaja de estos grifos es la seguridad, ya que no solo evitan quemaduras involuntarias, sino que llevan sistemas de seguridad que impiden que el agua salga en exceso caliente en caso de ‘despiste’. Y el tercer aspecto que nunca hay que perder de vista es que ahorran agua y energía.

Son grifos algo más caros que los convencionales, pero, sin duda, las ventajas que ofrecen los convierten en la mejor opción. Todo ello, por otra parte, sin olvidar que hoy en día los puedes encontrar en diseños muy cuidados.

 

 

Un mundo de acabados

Cromados, en mate, con brillo, dorados, cepillados, de colores… Los acabados son los que van a dar el toque definitivo al grifo y estilo al baño. Pero también aquí debes tener en cuenta algunas cuestiones. Por ejemplo, que los satinados o lacados son mucho más ‘sufridos’ y en ellos no se notan tanto ni las huellas ni las salpicaduras. O que los acabados cepillados aportan una nota de sofisticación.

 

¿Comodidad o estética?

O, mejor dicho, ¿grifo monomando o bimando? Dejando a un lado cuestiones estéticas, lo cierto es que los grifos monomando son más cómodos de usar y la mejor elección en caso de que haya personas mayores o niños en casa. 

 

Cuestión de calidad

Muy, muy importante. Piensa que los grifos del baño están sometidos a un uso continuo, por ello, conviene hacer una buena inversión y elegir modelos con garantías. Ahorrar en calidad puede acabar pagándose muy caro con grifos que no funcionan bien, que tienen juntas que se rompen al poco o que pierden la belleza de los acabados en muy poco tiempo.

 

Pensando en el bolsillo

En lo que sí puedes ahorrar es en consumo. ¿Cómo? Lo más sencillo es elegir grifos con reguladores de caudal o aireadores, que reducen el gasto de agua hasta en un 50 %. Otras alternativas son grifos con sensores que solo entran en funcionamiento cuando detectan las manos o grifos dotados de temporizador. 

 

Elijas el que elijas, estarás ahorrando en la factura del agua y poniendo tu granito de arena en la protección del medio ambiente.

Teniendo en cuenta estos consejos acertarás en la elección de los grifos de tu baño, ¡seguro! Y, si tienes dudas, recuerda: deben combinar estética y funcionalidad.  

 

Fuente: habitissimo