La instalación de una mampara es un proceso más largo de lo que a simple vista pueda parecer. No se trata solo del montaje, que es importante, sino de una buena elección. Hay centenares de modelos de mamparas, de todos los tamaños y todos los estilos. Pero no todas son perfectas para nuestro cuarto de baño. Vamos a ver por qué.

Cuestión de espacio
De poco nos va a servir elegir una mampara fabulosa si al instalarla nos damos cuenta de que no podemos abrirla bien. Por eso, lo primero que hay que tener en cuenta es el lugar que ocupan la bañera o la ducha en nuestro cuarto de baño.

Un mueble o inodoro demasiado cerca va a impedir abrir las puertas abatibles. La solución serían las puertas correderas. Pero en este aspecto también hay que tener cuidado. Si las dimensiones de la bañera o la ducha no son grandes y además tiene los laterales fijos, dos hojas no siempre van a permitir un paso holgado, habría que optar por tres o intentar una apertura en esquina.

¿Y si no se puede conseguir un hueco mínimo de 50-60 cms? Hay solución: las puertas plegables. Estas ofrecen la gran ventaja de que pueden dejar toda la longitud de la ducha o bañera libre cuando están abiertas.

Seguridad y accesibilidad
Hoy en día, las mamparas se fabrican con perfilería y cristales de elevada resistencia. Pero no conviene perder de vista que cuanto más grande sea la hoja, más grueso conviene que sea el cristal. Tampoco mucho, con un cristal de 8 mm sería suficiente.

¿Y respecto a la accesibilidad? En este aspecto hay que fijarse, sobre todo, en los perfiles. O mejor, en la ausencia de ellos. Cuando en casa hay personas mayores o con problemas de movilidad lo mejor son duchas a ras de suelo y mamparas sin perfilería en la parte inferior.

El diseño
Una vez que e han valorado las cuestiones anteriores, llega el momento de la elección del modelo. Y en este aspecto, las posibilidades son infinitas: desde las mamparas de aires industriales con perfiles en aluminio negro a las de diseño más minimalista carentes de estructura.

Pero no solo hay que fijarse en el estilo de nuestro cuarto de baño. Si este es pequeño, lo más aconsejable es optar por mamparas ligeras. Las de hoja fija son perfectas, pero si se quieren con apertura, lo mejor es que los perfiles sean mínimos.

La instalación
Esta es una cuestión muy delicada. Damos por hecho que se ha medido a la perfección el hueco de la bañera o la ducha y que la mampara encaja como un guante. Pero si no se instala correctamente puede darnos muchos problemas.

Por un lado, si la mampara no está bien nivelada, las hojas no abrirán nunca bien y empezarán
a dar problemas de inmediato. Por otro, es imprescindible sellar perfectamente perfiles y juntas para garantizar la estanqueidad y evitar fugas.

¿El mejor consejo? Buscar un buen asesoramiento y dejar la instalación de la mampara en manos de un profesional. Solo así disfrutaremos de una buena mampara durante mucho tiempo.

Fuente: habitissimo

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