Un calefactor eléctrico permite calentar el cuarto de baño de manera rápida y conseguir una temperatura adecuada mientras los usamos.

Usar este tipo de calefacción eléctrica nos permite ahorrar energía ya que calentamos el baño sólo cuando vayamos a usarlo, sin tener que calentarlo al igual que el resto de la casa, que usamos más. Con esto conseguiremos reducir nuestra factura de energía

Tipos de calefactores eléctricos para el baño

Dentro de los calefactores que se pueden usar para el baño existen tres tipos diferentes:

• Calefactores tradicionales por aire: calientan rápidamente estancias pequeñas, como puede ser un baño. Su funcionamiento se basa en una resistencia eléctrica la cual transmite su calor, por convección natural o forzada, a través de un ventilador, y con salida frontal o vertical.
• Calefactores cerámicos: en este caso la resistencia es cerámica, la cual retiene mejor el calor, por lo que se supone que son más eficientes que los tradicionales y que consumen menos energía. Pueden regular de forma automática la salida de aire según las diferencias de la temperatura de la estancia.
• Calefactores por infrarrojos: con estos sistemas no se calienta el aire sino las paredes, muebles o personas que haya en la habitación.

Si bien la mayoría de estos calentadores son portátiles, por lo que podremos colocarlos en la estancia que queramos, también existen modelos que se instalan en las paredes, los cuales son más silenciosos y poseen termostatos automáticos, protectores térmicos de seguridad e incluso toalleros.

Aspectos a tener en cuenta

Para saber qué potencia necesitamos en el calefactor para poder calentar nuestro baño lo primero que debemos saber es cuánto mide la estancia a calentar. Suelen ser necesarios unos ochenta vatios por metro cuadrado para estancia que estén correctamente aisladas y unos cien vatios para aquellos baños mal aislados. Generalmente los calefactores poseen diferentes niveles de potencia por lo que podemos adaptarlo a las necesidades.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la humedad que hay en los baños, por lo que los sistemas que usemos deben tener un índice de protección ante el agua IP-24. Este índice informa mediante una manera alfa-numérica la calificación de equipamientos en función del nivel de protección que sus materiales contenedores le proporcionan contra la entrada de materiales extraños. Al hablar de un calentador para baño, la nomenclatura IP-24 indicaría el grado o nivel de protección necesarios en estos aparatos contra el ingreso de agua.

Es importante no cubrir los aparatos ni colocarse demasiado cerca de los mismos, para evitar accidentes. Debe dejarse una distancia de seguridad entre el sistema y la zona donde nos bañemos. Nunca se debe manipular este tipo de calefactores con las manos mojadas.

En relación al consumo, es importante elegir calentadores de bajo consumo, con una eficiencia energética lo más alta posible. También es importante que posean termostatos o sistemas de control remoto, aspecto que aumenta su eficiencia energética, disminuyendo su consumo y, por tanto, reduciendo nuestra factura de electricidad.

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