Platos de ducha de resina o de porcelana, ¿cuál elegir?

Elegir el plato de ducha adecuado es mucho más que una cuestión de estética. Hoy en día es posible escoger entre diferentes materiales y diseños que nos permitan crear el ambiente ideal para nuestro cuarto de baño.

Vamos a centrarnos en dos muy diferentes: los de porcelana y los de resina. Después de conocer mejor sus características, seguro que te resulta más sencillo decidirte.

Porcelana: una solución económica

Los platos de ducha de porcelana son los de toda la vida, están fabricados con el mismo material que los sanitarios. Su mayor ventaja es su precio, de hecho, son los más baratos del mercado. Por ello, son una buena opción si no quieres gastar mucho. Una ventaja añadida es que se limpian con gran facilidad y soportan bien los productos químicos.

Lo que tendrás que tener en cuenta es que este tipo de platos de ducha se fabrican en medidas estándar, de modo que puede ser difícil encontrar uno que se adapte exactamente al espacio del que dispones. Son platos de ducha que se adaptan bien a estilos más clásicos.

La resina: ligera y versátil

Los platos de ducha de resina no tienen nada que ver con los de porcelana. Se fabrican a base de resinas de poliéster y cargas minerales, con un acabado en laca, pintura o gel coat con propiedades antibacterianas. 

¿Qué significa todo ello? En primer lugar, que es posible encontrarlos en infinidad de acabados, desde texturas lisas a otras de imitación piedra o pizarra. Y también se fabrican o en colores y tonos muy diferentes.

Otra gran diferencia respecto a la porcelana es la variedad de formas y medidas. Pero, en caso de que no se adapten bien al espacio, se pueden hacer a medida o, lo que resulta mucho más cómodo, cortarlos para darles el tamaño o la forma deseados. En definitiva, son platos de ducha muy versátiles y fáciles de personalizar.

No son las únicas ventajas. Los platos de resina son más cálidos al tacto que la porcelana y su superficie es antideslizante, de modo que resultan mucho más seguros. Y, además, son menos voluminosos y se pueden reparar en caso de impacto o arañazo. Evidentemente, su precio es mayor.

Plato de ducha sanylite gel coat con textura pizarra antideslizante.

¿Entonces, qué plato de ducha es mejor?

Cada uno de ellos tiene sus ventajas, pero los nuevos materiales siempre resultan más atractivos y funcionales. Es cierto que los platos de ducha de resina resultan bastante más caros que los de porcelana, sin embargo, se pueden encontrar modelos más sencillos en los que esa diferencia de precio no es desorbitada. Teniendo en cuenta el uso que van a tener, la inversión merecerá la pena. 

Eso sí, hay que tener cuidado con las gangas porque no todos los platos de ducha de resina son iguales. Conviene fijarse bien en la calidad para no llevarse sorpresas. Por lo demás, son platos que pueden mantenerse en perfectas condiciones durante muchos años.

Fuente: habitissimo